El edil socialista Juan Patricio Castro mantiene que le parece irrisorio pagar 120 euros/m2 por el 10% de aprovechamiento que le correspondía a todos los murcianos por cualquier desarrollo urbanístico en la época del boom inmobiliario en la zona norte, según consta en el sumario abierto del caso Umbra
El edil del Grupo Socialista Juan Patricio Castro denuncia que las celebraciones del festín del boom inmobiliario no solo daban mayor edificabilidad, se triplicaba el índice de edificabilidad, sino que además las cargas que debían de soportar los promotores por llevar a cabo los desarrollos urbanísticos resultaron totalmente irrisorias.
"Que la propia Gerencia de Urbanismo, en base a los informes técnicos firmados por altos funcionarios, hoy imputados en el caso Umbra, propusiera el pago de 120 euros/m2, a pesar de la pérdida patrimonial que esto iba a suponer a los murcianos es bochornoso", asegura Castro, más cuando los expertos cifra dicha pérdida patrimonial entre más del doble y el cuádruple.
Además, continúa Castro, la proposición de este precio por m2 lesiona los intereses de todos aquellos propietarios de terrenos que no se adhieren al desarrollo urbanístico y, por tanto, debería de ser expropiados con este precio de referencia. Hoy en día –asegura el edil socialista- una vez pinchada la búrbuja inmobiliaria, los precios estimados, según los valores del mercado, aún están muy por encima de esos 120 euros/m2, pudiendo cuadriplicar este precio.
En el pleno del pasado mes de junio –informa Castro- se aprobó la expropiación de unos terrenos para viario en las proximidades de la Avenida Miguel Induráin y la valoración propuesta por el informe técnico es de 547,75 euros/m2 expropiado. "Diez años después del festín consentido por el alcalde Cámara y en plena crisis económica, el precio del m2 en los alrededores de la zona norte es de 427,75 euros/m2 más alto que el que se propuso en los mencionados convenios.
"Sin ninguna duda la especulación fue consentida y fomentada por Berberena y sus técnicos de la anterior Gerencia de Urbanismo, donde el alcalde Cámara daba su beneplácito no solo a los dispendios y fiestas de sus subordinados, sino que también favorecía posibles pérdidas en el patrimonio de todos los murcianos", finaliza.