El Centro de Cultura Contemporánea Cárcel Vieja estrena ´Peces de ciudad´, una muestra de Blas Miras

El artista aborda en esta exposición los valores de la libertad y la democracia a lo largo de 40 esculturas que ha realizado en la última década

El Centro de Cultura Contemporánea Cárcel Vieja acoge mañana una nueva exposición llamada ‘Peces de ciudad’ de Blas Miras donde se podrá disfrutar de un total de cuarenta esculturas y que se podrá visitar hasta el 31 de marzo.

Miras nos propone un recorrido por su proceso creativo en los últimos diez años, descubriendo su pasión por la forma, con obras realizadas con diversos tipos de materiales, madera y metales, entre otros, en su mayoría reciclados.

La sala de la Cárcel Vieja de Murcia así un proyecto que reúne una selección de las creaciones del autor más singulares, comisariada por Olga C. Rodríguez Pomares, artista y profesora de escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada y por Juan García Sandoval, museólogo y crítico de arte, dos buenos conocedores de la obra del escultor. La muestra podrá visitarse hasta marzo en el horario habitual del Centro de Cultura Contemporánea la Cárcel Vieja de Murcia.

En paralelo a la exposición se ha programado una serie de actividades de mano del artista: visitas guiadas (los viernes días: 2, 9, 16 y 23 de febrero; y 1, 15 y 22 de marzo, a las 19:00 horas); visitas y talleres para escolares (los jueves días: 1, 8, 15, 22 y 29 de febrero; y 14 y 15 de marzo, desde las 10:00 a las 12:00 h.); y visitas guiadas y talleres para familias (los sábados días; 3 y 17 de febrero, 2 y16 de marzo, desde las 11:00 a las 13:00 h.).

En el recorrido, se bate inicialmente con obras insignes y sólidas, esculturas entendidas como formas cerradas, donde se abren paso a ideas diferentes sobre las relaciones entre volumen y espacio, continuando con composiciones más abiertas y ligeras, donde la pérdida de peso y materia dota de un carácter distintivo a las piezas.

En los primeros ámbitos (patio y sala de recepción), se muestran esculturas figurativas, son obras de gran tamaño, en poliéster patinado o escayola. En ellas, Blas Miras se adentra en la experimentación con la escultura e investiga las posibilidades de una obra de gran tamaño (“El pez grande ayuda al pez chico” o “Pez pato”) y la figura del cuerpo humano (“Muchacho y Muchacha con pez”).

En la primera planta, en sus diferentes ámbitos, destacan las esculturas móviles o semimóviles por la utilización de materiales reciclados, como las tuberías de cobre, la madera procedente de vigas o ramas de árboles, y el hierro al natural o patinado de color bronce. Con sus móviles realizados con materiales más ligeros, consigue “dibujar en el espacio”, como con la obra “Me andaré por las ramas”, con más de 3 metros de diámetro llega a establecer una relación íntima con el espacio, y el movimiento hace que las propias obras sean cambiantes.

En estas piezas, imperan los volúmenes livianos y casi desmaterializados, la superficie escultórica se hace línea y aire, son composiciones que activan el espacio circundante. Las esculturas se construyen a partir del espacio atrapado, y las tensiones que impone la presencia de formas y sensaciones de lleno y vacío.

Sobre el autor

Blas Miras Lorente (1957, Mazarrón, Murcia) es técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en Procedimientos Escultóricos en la Escuela de Arte de Murcia, cuenta con un máster de Postgrado en Orientación y Mediación familiar (Universidad de Murcia), es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (Universidad de Murcia) y diplomado en Profesorado de Educación General Básica (Escuela Universitaria del Profesorado de Murcia).

Destaca en su labor dos grandes pasiones la enseñanza y la creación artística, a la que recientemente incorpora la de escritor de libros infantiles, con títulos: “Ratón blanco aprende a hacer amigos” (editorial Dylar), “Por favor” y “Gracias”, galardonados en Estados Unidos con el primer y segundo premio del certamen internacional “Latino Book Awards 2015”, o recientemente “El abeto” (2023), de la editorial Valnera.

Desde 1985 que empieza a exponer como artista plástico, ha realizado más de 60 exposiciones. Su obra se caracteriza por explorar materiales cotidianos como el ladrillo, el hierro, el cartón o las maderas encontradas, asociadas a imágenes poéticas que intentan aflorar su mundo interior. Es en esa época, en los ochenta, cuando presenta la colección “Hombre de barro”, figuras de dos metros realizadas con ladrillo manipulado que reivindicaban la fragilidad del ser humano.

En los últimos años, destacan las siguientes series que han formado parte de proyectos expositivos: En “El ombligo de la Luna” (2008), elaborada con cartonaje industrial, recrea estados de ánimo a través de las distintas fases del astro. “Como pez fuera del agua” (2013), se desarrolla a partir de maderas encontradas o hierros deteriorados, y es un alegato contra la homogeneidad y el pensamiento único. “La nube roja” (2018), profundiza en el personaje del pez-pato que ahora persigue nubes, es decir, indaga en aquello que les hace diferentes: la capacidad de ensoñación. “Portadores de sueños” (2022), reflexiona sobre la esperanza, el poder regenerador de los amadores frente a catastrofistas y odiadores.

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