El Ayuntamiento impulsa un estudio sobre exclusión residencial en Murcia, que servirá para dar continuidad a las políticas de ayuda a los más necesitados

La concejal de Bienestar Social, Familia y Salud presenta, junto a la Fundación Jesús Abandonado y la Universidad de Murcia, el estudio 'Exclusión residencial en Murcia. De la vivienda al sinhogarismo', en el que destaca que las personas sin techo son el colectivo en exclusión residencial con mayores riesgos en salud, bajo apoyo familiar y desempleo

El edificio Moneo del Ayuntamiento de Murcia ha acogido este jueves la presentación del estudio ‘Exclusión residencial en Murcia. De la vivienda al sinhogarismo’, coincidiendo con la conmemoración del Día Europeo de las Personas Sin Hogar, que se celebra cada 23 de noviembre.

La concejal de Bienestar Social, Familia y Salud, Pilar Torres, ha sido la encargada de inaugurar la jornada en la que se ha presentado el estudio, elaborado por la Fundación Jesús Abandonado y el Observatorio para la Exclusión Social de la Universidad de Murcia (UMU), y en el que se pone de manifiesto que las personas sin techo son el colectivo en exclusión residencial con mayor riesgo en ámbitos como la salud (por su alta cronicidad, enfermedad mental y adicciones), la falta de apoyo familiar, las tasas de desempleo de larga duración y los bajos ingresos.

“El estudio de Exclusión Residencial forma parte del proyecto Intervención con Personas Sin Hogar ContiGO, gestionado por los Servicios Sociales municipales y financiado a través de los fondos europeos Next Generation”, tal y como explica la edil, que ha estado acompañada en la presentación por el jefe de Planificación y Evaluación de la Consejería de Política Social, Juan Carlos Argente del Castillo, el presidente de la Fundación Jesús Abandonado, José Manuel Martínez, y el vicerrector de Responsabilidad Social y Cultura de la Universidad de Murcia, Longinos Marín.

Pilar Torres señala que “la exclusión residencial es uno de los principales riesgos sociales de España, considerada causa y consecuencia de la exclusión social grave. Por ello, para conocer su magnitud es necesario contar con este tipo de estudios, en los que se hace un trabajo de campo minucioso que da una idea de la situación real y permite orientar las políticas sociales de vivienda, diseñando iniciativas con las que continuar el trabajo que se viene realizando en la atención a las personas sin techo”.

824 entrevistas a personas en exclusión residencial

Para el estudio ‘Exclusión residencial en Murcia. De la vivienda al sinhogarismo’ se ha entrevistado a 824 personas en exclusión residencial, encuentros en los que se ha recogido información de distintos aspectos vitales como ingresos, trabajo, educación, salud, red sociofamiliar, vivienda y participación. Todos estos casos se han dividido en cuatro categorías residenciales: persona sin techo, sin vivienda, vivienda insegura y vivienda inadecuada.

La iniciativa ha estado liderada desde el Ayuntamiento de Murcia y ha contado con la participación de 150 profesionales, tanto del Observatorio de la Exclusión Social de la UMU como de la Fundación Jesús Abandonado, así como los servicios municipales y entidades sociales que ofrecen en Murcia recursos de apoyo social a colectivos vulnerables.

Entre los principales resultados destaca que la edad media de las personas en exclusión residencial es de 41,9 años, aunque los españoles aventajan en edad media (47,9 años) a los extranjeros (38,9 años).

Respecto al perfil social, hay que señalar que se trata de una población muy masculinizada, ya que tres de cada cuatro personas (75%) son hombres, y el origen mayoritario es extranjero, representando las dos terceras partes del total. Entre la población extranjera con problemas de exclusión residencial destacan aquellos procedentes de Marruecos y Argelia.

En el estudio enmarcado en el proyecto ContiGO se ha distribuido el riesgo social de las personas en exclusión residencial en cuatro niveles: inclusión, vulnerabilidad, exclusión moderada y exclusión grave.

Así, la concejal de Bienestar Social apunta a que las personas sin techo son el colectivo con mayores riesgos, seguidas de las personas sin vivienda, “que presentan situaciones de exclusión similares a las sin techo, aunque que tienen menor gravedad”. A continuación se situarían aquellas con vivienda insegura, entre las que hay un alto índice de bajo nivel educativo; y las que tienen una vivienda inadecuada, que tienen una exclusión muy elevada en dimensiones como educación e ingresos.

Causas de la exclusión residencial

Las causas que conducen a situaciones extremas de sinhogarismo son múltiples, aunque predominan los déficits de relaciones sociofamiliares, que limitan el apoyo social antes determinadas crisis, ya sean de ámbito laboral, residencial, económico o de cualquier otro tipo.

Los procesos de exclusión residencial pueden devenir de situaciones de desempleo de larga duración, de conflictos familiares o de problemas de salud. Además, todos ellos suelen incidir, en mayor medida, en la población extranjera, a la que se añaden dificultades del idioma y de ausencia de apoyo familiar.

En la jornada organizada este 23 de noviembre en el Moneo para presentar los resultados del estudio también se ha aprovechado para instalar en el hall del edificio los dibujos realizados por personas sin hogar bajo el lema ‘Pinta tu hogar’, a la vez que se han proyectado vídeos protagonizados por personas beneficiarias de programas y servicios de la Fundación Jesús Abandonado.

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