En los últimos días se ha llevado a cabo una campaña de información ante el oscurantismo del Ayuntamiento.
Son ya más de 2.000 los vecinos que han firmado con un proyecto que, denuncian los vecinos, convertiría la calle Mayor en una nueva Carretera de Alcantarilla, con menos aceras y arbolado, cuatro carriles de circulación y sin aparcamiento.
Los vecinos reiteran que "Espinardo vale más que un minuto", y que esa reducción de tiempo para el autobús no compensa el perjuicio que sufrirá Espinardo.
Cientos de vecinos salieron este viernes convocados por la plataforma "Espinardo Colapsado" y la Asociación de Vecinos San Pedro de Espinardo para protestar por las obras del Plan de Movilidad.
Se trata de la primera de una serie de movilizaciones que, bajo el lema "Espinardo vale más que un minuto", pretende mostrar la oposición de los vecinos ante unas obras que, aseguran, acabarían con la vida del pueblo, al convertir la calle mayor en una nueva Carretera de Alcantarilla, con cuatro carriles de circulación, menos acera, menos arbolado y sin aparcamientos, lo que supondría la muerte del comercio y de la vida social del corazón del barrio.
Esta protesta se enmarca en una campaña de información que les ha llevado a reunirse con varios colectivos y repartir folletos informativos en la plaza de abastos y el mercado semanal ante el oscurantismo del Ayuntamiento, que ni ha llevado técnicos municipales a sus anunciadas carpas informativas ni está explicando el proyecto a vecinos y comerciantes.
Son ya más de 2.000 los vecinos que han firmado para oponerse a estas obras y exigir al Ayuntamiento que escuche a los vecinos antes de acometer las mismas, porque la vida de sus calles vale más que el minuto que ahorrarían los autobuses.
Por ello reclaman la apertura de un trámite de alegaciones que dé voz a los vecinos para diseñar el futuro de su pueblo, algo que tendría que haberse hecho hace mucho tiempo.
En los próximos días se anunciarán nuevas acciones de protesta, ya que la aparición de técnicos midiendo en las calles afectadas hace temer a los vecinos que las obras no esperarán a la puesta en marcha del disuasorio como prometió el Consistorio.
