El Reina Sofía solicita ser centro de referencia nacional en un novedoso trasplante de córnea

Sanidad y Consumo, a través del Hospital, puso en marcha el trasplante de células endoteliales de la córnea en 2007 y ya se han practicado 29 operaciones

Los pacientes intervenidos recuperan hasta un 85 por ciento de visión, el doble que en un trasplante tradicional

El director médico del Hospital General Universitario Reina Sofía, Miguel Santiuste, y el jefe de servicio de Oftalmología, Jaime Miralles, presentaron hoy las conclusiones del nuevo trasplante de células endoteliales de la córnea del que ya se han practicado 29 operaciones desde 2007.

Por este motivo, la Consejería de Sanidad y Consumo, a través de la dirección del Hospital Reina Sofía, ha solicitado al Ministerio de Sanidad y Consumo ser centro de referencia nacional en este tipo de trasplante por las ventajas que aporta frente a la intervención tradicional, lo que situaría a la sanidad murciana a la cabeza en el ámbito de las operaciones oftalmológicas y este centro sanitario sería el recomendado por todos los hospitales públicos de España a la hora de realizar este tipo de intervención.

Una de las ventajas más importantes de esta novedosa intervención es que los pacientes intervenidos recuperan de media el 85 por ciento de su visión, frente al 45 por ciento de la operación tradicional. Además, resulta mucho menos traumática para el paciente, ya que el postoperatorio es de tres meses frente a los dos años del trasplante tradicional. De igual modo, el astigmatismo que genera esta nueva intervención se queda en 0,06 dioptrías frente a las 4,7 dioptrías que provoca la intervención tradicional.

Recuperación más rápida

El doctor Ramón Gutiérrez, que junto a Amanda Ortiz, son los primeros facultativos en realizar esta operación, explicó hoy que “tradicionalmente se suele sustituir la totalidad de la córnea enferma por otra sana donada por un fallecido y se suturaba al paciente con 18 ó 20 puntos, una operación muy traumática para el ojo, que resultaba debilitado y la córnea perdía parte de su transparencia y, por tanto, parte de la visión”.

Con esta nueva técnica, sin embargo, “se sustituyen exclusivamente las células dañadas por células nuevas, de modo que la córnea queda intacta y no pierde su transparencia y, por tanto, tampoco la visión del paciente”, aclaró el oftalmólogo. “De este modo –prosiguió Gutiérrez- se lamina la córnea donada con un sofisticado sistema, aislando la capa de células que necesita el paciente”. La intervención concluye con la extracción de las células dañadas y su sustitución por las sanas.

Pasada una hora de reposo, el paciente puede volver a su casa. Tan sólo una semana después su visión suele ser la suficiente como para realizar sus tareas cotidianas. Dos o tres meses después, la visión de la córnea intervenida ya es normal y el proceso puede darse por concluido.

Esta nueva técnica fue descubierta y puesta en práctica en 2004 por Gerrit Melles y Mark Terry, dos oftalmólogos que trabajan en Holanda y Estados Unidos respectivamente.

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