La Consejería de Agricultura prepara el XXVII Congreso Nacional de Riegos que se celebrará en Murcia en junio

Según el director general García Lidón, el uso de aguas regeneradas para el regadío es “un recurso más que debe ser tenido en cuenta para paliar el déficit hídrico estructural”

La Consejería de Agricultura y Agua, a propuesta de la Asociación Española de Riegos y Drenajes (AERYD), ha iniciado los preparativos para la celebración del XXVII Congreso Nacional de Riegos, que tendrá lugar en Murcia del 16 al 18 de junio próximo, bajo el lema ‘El regadío, motor de desarrollo y fuente de alimentos’.

Dicho Congreso versará sobre cuatro grandes bloques temáticos: agrohidrología; efectos ambientales del agua de riego; ingeniería y modernización del regadío y gestión; así como legislación y economía del riego.

El Comité Organizador de este Congreso está presidido por el director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, y lo componen destacados especialistas en esta materia del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino; la Consejería de Agricultura y Agua; la Asociación AERYD; el Comité Nacional Español de Riegos y Drenajes (CERYD); las empresas de ámbito nacional TRAGSA y SEIASA; el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura; la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Cartagena; el Ayuntamiento de Murcia, y los Colegios Profesionales de Ingenieros Agrónomos e Ingenieros Técnicos Agrícolas.

Los miembros del Comité Organizador se reunieron esta semana para diseñar la organización de una mesa redonda titulada ‘El regadío con aguas regeneradas. Posibles soluciones al déficit hídrico’, así como debatir las distintas propuestas de las ponencias a tratar.

Las ponencias abordarán la optimización de las plantas depuradoras, las nuevas tecnologías para la reducción de los costes energéticos en los procesos de regeneración de aguas, la calidad física y microbiológica de las aguas regeneradas y sus condicionamientos para el empleo en la agricultura, los impactos medioambientales de la aplicación de aguas salinas, salobres y residuales, el balance regional de disponibilidades objeto de regeneración y la problemática de la aplicación de las aguas regeneradas, entre otros aspectos.

El ejemplo de Murcia

Según García Lidón, el uso de aguas regeneradas para el regadío es “un recurso más que debe ser tenido en cuenta para paliar el déficit hídrico estructural”. En este sentido apunta que “la Región de Murcia es un claro ejemplo a seguir ya que disponemos de más de 100 hectómetros cúbicos al año de aguas regeneradas, lo que representa el 25 por ciento de esta agua en toda España”. Ello es posible, añade, porque “se ha llevado a cabo una eficaz política de saneamiento y depuración de aguas y, en la actualidad, el 99 por ciento de la población urbana de nuestra Región está conectada a la red de saneamiento y el 97 por ciento a depuradoras”.

Para el responsable autonómico “la política hidráulica debe estar fundamentada en tres pilares: la eficiencia hídrica mediante la modernización de regadíos, la reutilización de aguas regeneradas y la transferencia de recursos”. Todo ello, concluye, en un contexto global presidido por “la rentabilidad hídrica como fuente generadora de recursos económicos y puestos de trabajo”. En este sentido recordó que “el Banco Mundial cree que la agricultura es parte de la solución a la crisis actual”.

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