El Alcalde entrega sus diplomas a los 135 jóvenes que han completado el curso de iniciación profesional para el empleo

Se trata de unos los programas más importantes impartidos por el Ayuntamiento para ofrecer alternativas a los jóvenes murcianos que abandonan los estudios.

Ofrecer alternativas a los jóvenes murcianos que, por cualquier razón, abandonan la enseñanza reglada es una tarea para la que el Ayuntamiento de Murcia no escatima recursos a través de distintos programas de formación y empleo.

El Alcalde, Miguel Ángel Cámara, ha presidido hoy el acto de entrega de las correspondientes acreditaciones a los 135 jóvenes que han encontrado una alternativa a su formación a lo largo del último curso -2007/2008- gracias al Programa de Iniciación Profesional para el Empleo.

Todos ellos han obtenido el título de operarios y auxiliares en once oficios: pintor decorador, fontanero, operario de refrigeración y climatización, de instalaciones eléctricas de baja tensión, de soldadura, de carrocería o de construcciones metálicas en aluminio. Asimismo, han completado la formación como auxiliar de peluquería, ayudante de reparación de vehículos, de cocina o auxiliar dependiente de comercio.

El acto de clausura del curso ha contado también con la asistencia de la concejal María Dolores Sánchez, así como de representantes de las 88 empresas colaboradoras con el programa y el equipo docente y técnico.

El Programa de Iniciación Profesional para el Empleo hace posible que jóvenes de entre 16 y 20 años reciban la formación teórica necesaria en un oficio y, en muchos casos, accedan a un primer empleo. En otros casos, pueden optar por proseguir los estudios que abandonaron, especialmente en la formación profesional de grado medio.

Teoría y práctica

El curso contempla una fase de formación en el oficio y otra de prácticas laborales remuneradas en centros de trabajo. 88 empresas del municipio han colaborado este año en la contratación de alumnos, proporcionándoles no sólo una formación profesional básica, sino también una primera experiencia de trabajo.

Como resultado de este curso, el 84%% de los jóvenes que lo finalizaron –113 alumnos- fue contratado por empresas privadas, mientras que el resto –16%- lo ha sido por el Ayuntamiento de Murcia.

Finalizados los contratos, el 49% va a renovar otros 6 meses. De ellos, el 71% lo hará en la misma empresa en la que realizaron las prácticas laborales y el 14% en otras empresas del sector.

Por otra parte, el 26% de los alumnos ha optado por continuar sus estudios.

Casi 12.000 alumnos

El Ayuntamiento de Murcia viene realizando estos programas desde 1992. En estos 16 años, se han impartido 110 perfiles profesionales a más de 1.500 alumnos, que han encontrado en este curso una alternativa tras abandonar el sistema educativo. Más de 300 empresas han colaborado en la contratación de alumnos del programa desde sus inicios.

El curso tiene una duración de un año y 1.100 horas de formación divididas en 6 meses, los primeros de formación en el perfil elegido y los segundos alternando con el trabajo en un puesto productivo de la rama profesional en la que se están formando.

En la primera fase, se imparte la formación inicial en el perfil profesional elegido; así como contenidos básicos en matemáticas, lenguaje y socionaturales, formación y orientación laboral, y se realiza una importante acción tutorial encaminada a trabajar las dificultades que los alumnos encuentren en el cumplimiento de los objetivos de inserción educativa y laboral.

Es en la segunda fase en la que se alterna la formación con el trabajo en un puesto productivo de la rama profesional en la que los alumnos se estén formando.

Los alumnos son contratados, mediante un contrato para la formación, por las empresas que colaboran en el programa y, en algunos casos, por el propio Ayuntamiento, con el máximo del 85% de trabajo efectivo. El tiempo de formación en estos contratos no puede ser inferior al 15% de la jornada laboral máxima y el salario oscila entre 500 y 700 € mensuales.

Estos contratos proporcionan a los alumnos su primera experiencia laboral, a la vez que son una oportunidad de aprendizaje en un marco real de trabajo. Para las empresas estos contratos también son muy ventajosos ya que permiten formar aprendices con los criterios de calidad y seguridad deseados.

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