Diego Ventura y Andy Cartagena salieron a hombros en la corrida de rejones de la Feria de Murcia

Murcia, 21 sep (EFE).- Diego Ventura, que cortó un total de cuatro orejas y rabo, y Andy Cartagena, que cortó dos, salieron hoy a hombros en la corrida de rejones con la que se cerró la Feria de Septiembre de Murcia, y en la que Pedro Hernández "El Cartagenero" se fue de vacío por el mal uso de los aceros.

Se lidiaron seis toros de la ganadería de Fermín Bohorquez, correctamente presentados pero de escaso juego.

La plaza de La Condomina rozó el lleno en una tarde con cielo nublado que amenazaba lluvia.

Andy Cartagena, silencio y dos orejas.

Diego Ventura, dos orejas y dos orejas y rabo.

Pedro Hernández "El Cartagenero", silencio tras aviso y silencio.

Andy Cartagena estuvo certero con las banderillas largas y cortas en una faena a su primero que, en conjunto, tuvo su interés pero que no caló en los tendidos, que en esta ocasión vieron al benidormí por debajo de sus posibilidades y del buen nivel que tiene acreditado en esta plaza por sus éxitos rotundos en pasadas ferias.

El rejón de muerte quedó caído y el jinete optó por echar pie a tierra y acabar con la vida de la res de un golpe de verduguillo.

En el cuarto, su faena alcanzó la transmisión de otras ocasiones y el público respondió como Andy se merecía, con clamorosas ovaciones que rubricaron sus piruetas en las tandas de banderillas y sobre todo las cortas que puso al violín.

Andy fue un virtuoso en su toreo a caballo a dos pistas, y en la forma de llegar al de Bohorquez, que nunca acabó de entregarse.

Diego Ventura fue el triunfador absoluto en el festejo, no solo por número de trofeos sino también porque hizo lo mejor en una tarde en la que los rejoneadores brillaron siempre por encima de las escasas condiciones del ganado.

Ventura realizó sus dos faenas siempre en la corta distancia, con una perfecta ejecución en las reuniones, en los embroques y a la hora de clavar los rejones y las banderillas.

Las dos lidias de este portentoso jinete hicieron vibrar a la concurrencia como pocas veces se ha visto en Murcia, con una intensidad y emoción que reflejaban lo que se veía en el ruedo.

En el segundo de su lote se lució desde el rejón de castigo que clavó al astado al salir por toriles hasta el rejón de muerte, en su sitio, que tuvo un efecto fulminante, pero entre uno y otro momento hay que anotar banderillas al quiebro de una ejecución perfecta, banderillas cortas igualmente sensacionales, y siempre haciendo las cosas bien y sin concesiones a la galería.

El Cartagenero no tuvo su tarde en Murcia por culpa de los aceros, ya que su primero tardó en doblar tras un rejón que cayó algo trasero y precisó de varios descabellos.

En el que cerraba plaza, en el que todo lo tuvo que hacer el jinete cartagenero por la escasa transmisión del toro de Bohorquez, muy parado, El Cartagenero se lució en sus piruetas, giros en la cara del astado, en los rehiletes y en las rosas, pero de nuevo la suerte suprema le fue adversa y perdió la oreja. EFE

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