Desarrollo Sostenible trata las paleras afectadas por la cochinilla del carmín en la Rambla de La Alberca

La zona donde se han llevado a cabo las actuaciones se enmarca en el Parque Regional de El Valle y Carrascoy. Se ha controlado la plaga que ocasionaba molestias a los vecinos

La Consejería de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General del Medio Natural, ha erradicado una plaga de cochinilla del carmín (Dactylopius opuntiae) que afectaba a las paleras en la Rambla de La Alberca, perteneciente al Parque Regional de El Valle y Carrascoy.

El director general del Medio Natural, Rodrigo Borrega, explicó que “se ha tratado la plaga de la cochinilla en la zona de la Rambla de La Alberca como medida de control y protección, para evitar su extensión a otros lugares del Parque Regional. Preservar el entorno natural de la Región de cualquier ataque es una prioridad de la Consejería”.

Las actuaciones realizadas se derivan de la fuerte afección de cochinilla que sufrieron las paleras (Opuntia Picus-indica) en el verano de 2007. El insecto no sólo era perjudicial para esta especie vegetal sino que, además, resultaba molesto para la población que por las noches soportaba su llegada atraído por la luz y dejaba manchas rojas, similares a sangre, de ácido carmínico no tóxicas.

Tras la aparición de la plaga, las paleras presentaban un estado de avanzado deterioro, encontrándose muchas muertas y en el suelo, por lo que los técnicos de la Dirección General determinaron necesaria su eliminación y así evitar focos de cría de insectos e incendios. La decisión también se adoptó por tratarse de una especie invasora que ocupa las zonas desprovistas de vegetación impidiendo el crecimiento de especies autóctonas del lugar.

De este modo se estableció el arranque o corta, ya que la quema era peligrosa y no existe ningún producto fitosanitario autorizado que resulte eficaz para tratar la planta. Además, lo abrupto del terreno obligó a que los trabajos se hicieran en gran parte de forma manual.

Una de las medidas adoptadas fue el acondicionamiento del acceso al cauce del barranco, para que la maquinaria pudiera acceder al máximo número de plantas afectadas en la parte baja, donde estaban establecidas en densas comunidades, en las laderas desprovistas de pinar.

En las zonas de dificultad media de acceso se realizó la extracción de forma mecánica en su mayor parte y revisadas después manualmente para que no quedaran residuos.

Los trabajos en las zonas de dificultad alta y extrema fueron realizados de forma manual, utilizando la maquinaria para la recogida de los restos depositados sobre el cauce.

El proyecto, ejecutado sobre una superficie de 1,89 hectáreas y con un coste cercano a los 30.000 euros, finalizó con el enterramiento de los residuos generados en una distancia máxima de diez kilómetros.

“Se han realizado unas medidas de contención básicas al eliminar residuos de paleras muertas que, además, han servido como acciones de prevención contra incendios forestales y focos de cría para otros insectos. La cochinilla del carmín no es una especie peligrosa, aunque es una especie invasora de las paleras y es necesario controlar su densa población para salvaguardar el equilibrio en el Parque Regional de El Valle y Carrascoy”, apuntó Borrega.

Origen de la cochinilla

La cochinilla del carmín es originaria de México, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, y se alimenta principalmente de los líquidos de las paleras llegando a eliminar la producción de higos y matar la planta.

De la hembra se extrae el color de tinte que le da el nombre, el carmín, posee poca movilidad y mide unos seis milímetros. En cambio el macho es más pequeño, 2,5 milímetros como máximo, y es alado.

La cochinilla del carmín es empleada en Hispanoamérica y las Islas Canarias para fabricar tintes e incluso colorantes alimenticios.

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