´La huella y el color´ impregna el Almudí de la experiencia pictórica de Manuel Barnuevo

La muestra estará abierta hasta el 15 de julio en la Sala de Columnas

'La huella y el color' es el título de la exposición que Manuel Barnuevo (Murcia, 1947) enseña en la sala de Columnas del Palacio Almudí desde hoy hasta el 15 de julio de 2015.

Los cuadros que muestra en esta ocasión son, en palabras de su colega Juan Bautista Sanz, "una batalla ganada al color y a la expresión lírica de un ánimo irrepetible". Hay telas de diferentes tamaños; y alguna utilización del deshecho, lo que convierte en memorable esta ocasión memorable para contemplar la obra de Manuel Barnuevo.

En ellos revela los recuerdos de sus repetidos viajes de júbilo por Europa con la tremenda viveza del mejor expresionismo abstracto al más puro estilo de Barnuevo, fruto de sus más de 40 años de trabajo.

"Hay concepto y criterio, alma y pureza en estas superficies pintadas con generosidad; con sensibilidad que juega a esconderse para dar otra apariencia más tosca, menos sublime, pero el pintor no nos engaña con sus trucos; no existen tales ante una realidad sentida", señala Sanz en el catálogo de la exposición.

 Las obras revisten ternura, sutileza, lirismo, medidos con el el arma de la nostalgia. En cuanto a la materia, el pintor es heredero de murcianos como Joaquín García, "Joaquín", por su color generoso, vibrante.

 

Barnuevo, que podría ser un magnífico ilustrador, aquí renuncia a serlo poseído por el color que le acorrala. Las imágenes  aparecen y desaparecen, intencionadamente borradas, en las composiciones de Manolo Barnuevo, donde el color, a pesar de la importancia que tiene no es el único protagonista: gruesos trazos de pincel sugieren signos o escrituras ideográficas; figurillas silueteadas o esbozadas  sirven de contrapunto caligráfico a los amplios campos de color.

 

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