Cultura apoya con 95.000 euros la labor de difusión del patrimonio que realiza el Museo de la Catedral de Murcia

El consejero de Cultura visita las instalaciones y reafirma el compromiso de la Comunidad con este museo, que el año pasado subió en más de 300 el número medio de visitantes al mes

La Consejería de Educación, Cultura y Universidades destinará este año al Museo de la Catedral de Murcia 95.000 euros para apoyar y continuar su labor de apoyo y promoción del patrimonio cultural de la Región de Murcia. Así lo indicó el consejero de Educación, Cultura y Universidades, Pedro Antonio Sánchez, quien mantuvo esta semana una reunión de trabajo con la dirección del museo y visitó sus instalaciones.

En el encuentro, se resaltó el notable aumento de visitantes que experimentó el Museo de la Catedral, que llegó a los 18.176, con una media de casi 1.500 visitantes al mes. "Cada vez son más las personas de la Región, de España y del extranjero que visitan la importante colección con la que cuenta el museo catedralicio y que en 2014 logró atraer cada mes a 300 personas más de media, lo que demuestra el buen trabajo que se está realizando", indicó Pedro Antonio Sánchez.

Tras la reunión, el consejero visitó el museo que ocupa la sala capitular y parte del antiguo claustro del siglo XIV de la Catedral de Murcia.

En la planta baja se pueden apreciar piezas como la Campana Mora, el Sarcófago de las Musas del siglo III d.C., el retablo de Bernabé de Módena del siglo XIV, el Retablo gótico de San Miguel, la Caja de sarcófago romano utilizado en 1552 para albergar el cuerpo de Gil Rodríguez de Junterón, el Arca del Monumento de Jueves Santo y la Custodia del Corpus de Antonio Pérez de Montalvo.

Asimismo, en la planta alta, está los Desposorios de la Virgen y la Adoración de los Pastores, de Fernando de Llanos, el Busto relicario de Prisciliano y la imagen de San Jerónimo Penitente, de Francisco Salzillo.

El visitante al Museo de la Catedral también puede disfrutar de los hallazgos que sacó a la luz la remodelación. Una pasarela de madera, metal y cristal permite ver los restos arqueológicos del subsuelo -parte de la antigua mezquita sobre la que se asienta la Catedral-, dando una idea de la evolución constructiva a lo largo de los siglos.

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