HUERMUR descuelga el cartel de los Molinos del Río

La Plataforma por la Defensa del Patrimonio Cultural de Murcia y HUERMUR consiguen descolgar el cartel de los Molinos del Río.

La Dirección General de Bienes Culturales, tras la denuncia presentada por HUERMUR y la Plataforma, obliga  al ayuntamiento de Murcia a que retire el cartel declarado ilegal por el Servicio de Patrimonio Histórico de la CARM al incumplir la normativa vigente en materia de Patrimonio Cultural.

El estridente cartel de Turismo Murcia, instalado por orden del concejal de Turismo, Miguel Cascales, en la fachada norte del museo de los Molinos de Río, fue denunciado en 2013 por HUERMUR y la Plataforma por la Defensa del Patrimonio Cultural de Murcia ante la Dirección General de Bienes Culturales por no ajustarse al Texto Refundido de las Ordenanzas Reguladoras del Plan del Conjunto Histórico Artístico de Murcia en su artículo 9. 

El Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura transmitió al Ayuntamiento que el mencionado cartel se había colocado en la fachada de un edificio protegido y perteneciente al casco histórico de Murcia (declarado bien de interés cultural), por lo que la Administración Local debía retirarlo para cumplir con la normativa que regula el Conjunto Histórico Artístico de Murcia.

Al ver que después de más de un año el cartel denunciado y declarado ilegal por la Dirección General de Bienes Culturales seguía colocado en la fachada de los Molinos del Río, HUERMUR solicitó por escrito el pasado mes de noviembre a dicha Dirección General que instara de forma eficaz al ayuntamiento de Murcia a que cumpliera la Ley y retirara el cartel, o se iniciarían las oportunas acciones legales por parte de HUERMUR.

Finalmente el pasado 10 de diciembre el Ayuntamiento ha retirado el estrambótico cartel, poniendo fin a la batalla administrativa que se venía librando desde el año 2013, volviendo a recuperar la fachada de los Molinos del río el aspecto que nunca debía haber perdido. 

Ahora HUERMUR se pregunta quién va a pagar los gastos del cartel, que costó miles de euros públicos, así como su instalación y retirada.

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