Cultura restaura uno de los ángeles-niños del Cristo de la Sangre de Nicolás de Bussy

 El director general de Bienes Culturales, Francisco Giménez, hizo entrega al presidente de la Real, Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía de la  Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Carlos Valcárcel, la talla restaurada de uno de los ángeles-niños del Cristo de la Sangre, obra de Nicolás de Bussy, que ha sido intervenida en el Centro de Restauración de la Comunidad Autónoma.

Se trata de una talla de madera policromada perteneciente al grupo de cinco ángeles que componían originalmente el Paso Titular, según fue concebido por Nicolás de Bussy en 1693. Los cinco ángeles niños recogían, en otros tantos cálices, la Preciosísima Sangre de Cristo, pero en el siglo XIX se redujo la composición a un solo ángel, que sentado sobre una pequeña columna era depositario de la sangre vertida por la llaga del costado.

Durante la Guerra Civil, la Iglesia del Carmen fue asaltada y las imágenes del Cristo y los ángeles mutiladas. Finalizado el conflicto bélico, la Archicofradía decidió colocar junto al Cristo uno de los ángeles que se situaban anteriormente en los ángulos del paso, y los demás fueron cedidos en depósito a varios mayordomos. La familia Marín de Espinosa Labella, que recibió uno de ellos de su padre, Alfonso Marín de Espinosa Mendicuti, reintegró la pequeña y valiosa escultura a la Archicofradía en mayo de 2012, que pasará a ser exhibida en el Museo de la entidad pasionaria una vez que se ha sometido al proceso de reparación, por el Centro de Restauración.

La obra presentaba un estado de conservación deficiente, con una gruesa capa de suciedad y barnices oxidados, que ocultaban a su vez gran cantidad de repintes realizados a lo largo de las diferentes intervenciones a las que ha sido sometida esta obra a través del tiempo. Además, tenía una desencoladura en la unión del brazo derecho con el hombro, con pérdidas en la parte posterior de soporte y policromía.

El director general de Bienes Culturales destacó el trabajo riguroso y concienzudo de los técnicos del  Centro de  Restauración, que permite la recuperación del patrimonio regional.

El proceso de intervención, que se ha prolongado durante 4 meses, ha consistido en limpieza mecánica y química, consolidación de la policromía, arreglo de desencoladuras, estucado de carencias, reintegración diferenciada y barnizado final.

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