La concejal socialista Andrea Garries lamenta que la política turística del PP en el Ayuntamiento no cambie de rumbo y que la riqueza histórica y cultural del municipio de Murcia siga sin significar nada para el alcalde Cámara y su equipo. "Son muchos los años que el PP lleva gobernando y dejando que nuestro patrimonio arqueológico muera de abandono".
En esta ocasión, Garries hace referencia al enclave arqueológico y cultural de Monteagudo, abandonado a su suerte y sin visos de solución. "Una pena más que añadir al deterioro imparable que está sufriendo nuestro municipio y su cultura", manifiesta la edil del PSOE, quien advierte de que la desidia del complejo es una realidad lamentable, repleto de socavones, sin vallas laterales de protección a pesar de los peligros de derrumbamiento que presenta, grandes grietas en la base del Cristo, amasijos de hierros, poca sujeción de la escalinata de acceso, escalones desgastados, restos de la antigua escultura esparcidos por el suelo, etc.
Todo un ejemplo –ironiza la concejal socialista- de cómo el PP defiende nuestros recursos y pone en valor nuestro patrimonio para convertirlo en un atractivo de primer nivel y relanzar la imagen de Murcia a nivel turístico, más en estos días que se está celebrando Fitur.
Prueba de ello, continúa Garries, es que al deterioro del entorno hay que añadir el abandono en que está sumido también el centro de visitantes de la ermita de San Cayetano, una obra finalizada desde hace dos años que contó con un presupuesto de 2.278.300 euros, corriendo la inversión a cargo del Consorcio Turístico Murcia Cruce de Caminos, liderado por la concejalía de Turismo.
En estos momentos, el citado centro se encuentra cerrado a cal y canto y lo que es peor aún –asegura la edil del PSOE- en un estado de deterioro lamentable, tal y como muestran las imágenes que adjuntamos.
En el interior del edificio sigue creciendo la hierba y la estructura metálica del edificio está ya hasta oxidada, explica Garries, quien exige al PP que ponga fin al abandono imparable de nuestra riqueza cultural y deje de vender paquetes turísticos a modo de agencia de viajes, en lugar de trabajar en cosas más importantes y necesarias.