La UMU participa en un estudio publicado en Nature Communications que recalca la importancia de la 'ciencia ciudadana' para combatir al mosquito tigre

La investigación, en la que ha colaborado el grupo de la UMU 'Zoología Básica y Aplicada a la gestión y la conservación', presenta evidencias de que la actividad ciudadana es esencial para detectar la presencia de mosquitos transmisores de enfermedades como el Zika, el Dengue o el Chikunguña.

Es la primera vez que en una revista con el prestigio de Nature Communications se equipara la eficacia de los 'científicos ciudadanos' para detectar la presencia de mosquitos con la de expertos. Aunque, como resalta Francisco Collantes Alcaraz, biólogo de la Universidad de Murcia, siempre se necesita la parte científica para corroborar los escenarios de riesgo.

Esta investigación de las universidades de Murcia, Zaragoza y Pompeu Fabra junto al Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), muestra que personas no especializadas pueden contribuir a suplir la falta de personal de muchos de estos proyectos.

Junto al estudio se desarrolló la plataforma 'MosquitoAlert'. En ella, los usuarios pueden incluir imágenes de los ejemplares que se encuentran en distintas partes del mundo. A través de la aplicación señalan la ubicación exacta del ejemplar y los científicos pueden trasladarse para poner trampas y obtener muestras. "La ventaja del proyecto no es solo la detección temprana, sino el ahorro de tiempo. Sólo debemos acudir a los lugares en los que tiene indicios, puesto que se destinanfondos para hacer una búsqueda sistemática" expone Collantes. Con esta iniciativa los participantes pueden alertar de la presencia de dos especies de mosquito: Aedes albopictus y Aedes aegypti, conocidos como mosquito tigre y de la fiebre amarilla, respectivamente.

El mosquito tigre no se puede erradicar, sólo realizar actuaciones para disminuirlo. En este sentido la participación ciudadana permite cubrir un mayor terreno y solventar deficiencias. El investigador resalta que uno de los problemas a los que se enfrentan es "la resistencia de los gobernantes para aceptar que la presencia del mosquito tigre es como la de las ratas o las cucarachas, convirtiéndose en un problema sanitario y presupuestario".

Asimismo, la transmisión de información entre los habitantes y la administración es indispensable. El científico recalca que "si la gente no avisa, nosotros podemos ir haciendo trabajos, pero los focos se convierten en una bola de nieve. El mosquito tigre crece muy rápido y hay que procurar atajar los focos en cuanto aparezcan".

Otro obstáculo son las medidas legales que imposibilitan el acceso a determinadas zonas. El biólogo pone de ejemplo determinadas propiedades privadas a las que no pueden acceder y acaban convirtiéndose en un foco de riesgo epidemiológico. Para solucionarlo, en zonas como Cataluña y la Comunidad Valenciana están proliferando ordenanzas municipales donde hay incluso sanciones. El docente especifica que "en la Región, la única ordenanza que hay está en Mazarrón para las comunidades de propietarios".

España se vio afectada por primera vez ante un caso de mosquito tigre en 2004 en Barcelona. Desde entonces, esta especie no ha dejado de expandirse por toda la península. En la Región de Murcia hay muchos municipios afectados y algunos de ellos con gran densidad. "Recientemente se han encontrado casos en Madrid y en Sevilla, aunque desde hace un par de años había sospechas y se habían detectado en la aplicación. Con su densidad actual, se pueden encontrar dentro de las casas o en bazares comerciales en Murcia" afirma el investigador.

Por otro lado, la aplicación que comenzó como 'atrapaeltigre.com' ha ampliado su territorio de ejecución a lugares como Hong Kong, incorporando el chino como idioma para la web. También se espera que cada vez sea más usual encontrar usuarios procedentes de América Latina donde no existe la barrera del lenguaje. A pesar del éxito, la 'app' se encuentra con algunas barreras, ya que en este tipo de iniciativas se menosprecian por no considerar la información tan 'fiable'.

Por todo este trabajo, recientemente, el equipo de Barcelona con el que colaboran, compuesto por John R.B. Palmer, Aitana Oltra y Frederic Bartumeus han recibido el premio 'Ciutat de Barcelona 2017' de la categoría de Ciencias de la Tierra y Ambientales.

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