Huerta Viva denuncia la contaminación de la acequia de Benipotrox

La asociación alerta de que el mal estado de conservación de muchos cauces de la histórica red de regadío y la contaminación del agua por vertidos ilegales no es sólo un atentado contra el patrimonio cultural y natural, sino también un delito contra la sanidad pública.

La asociación Huerta Viva está realizando un estudio sobre el estado en el que se encuentra la red de regadío de la huerta de Murcia a fin de hacer propuestas de recuperación ambiental, detectando numerosos tramos donde los cauces se encuentran en un estado lamentable y más propio de países donde no existe ningún tipo de legislación ambiental ni de sanidad pública.

Hace décadas las acequias y azarbes de la huerta de Murcia eran un hervidero de vida, pero la contaminación de las aguas del río Segura, los vertidos, y la falta de mantenimiento, acabaron con toda esta riqueza hasta convertir los cauces de riego en canales malolientes y sin vida. La mejora de la calidad del agua del río, debido a la ampliación de la red de saneamiento y la instalación de depuradoras, ha permitido que en los últimos años algunas especies hasta ahora desaparecidas en la red de regadío vuelvan a ser vistas, como el barbo, el galápago leproso y la anguila. Otras especies de gran valor, como el fartet, tienen más complicada su reintroducción debido a la existencia de especies invasoras.

A pesar de esta buena noticia, los cauces siguen encontrándose en un estado de completa degradación debido a la continuidad de vertidos ilegales procedentes de viviendas e industrias, la utilización de las acequias para arrojar basuras, y la eliminación de la vegetación de ribera a través de talas y herbicidas. Todo esto agravado por la falta de medidas de protección y conservación que el ayuntamiento de Murcia, la Junta de Hacendados, la Confederación Hidrográfica del Segura y la Consejería de Sanidad deberían de poner en marcha por tener competencias en este asunto.

Hay que señalar que muchas zonas de la Huerta carecen de alcantarillado a pesar de que los vecinos pagan sus impuestos, viéndose abocados a verter los desagües a los cauces de riego. Otros vecinos utilizan fosas sépticas, siendo posible que la mayoría de ellas no sean homologadas y produzcan filtraciones a las aguas del subsuelo.

Ante esta situación y la pasividad del Ayuntamiento, en los últimos años la Junta de Hacendados ha optado como solución por el soterramiento de los cauces. Para Huerta Viva esto nunca ha sido una solución, ya que supone esconder la basura bajo la alfombra, agravando el problema de la baja calidad del agua por falta de oxigenación y la posibilidad de vertidos ilegales sin que puedan ser vistos, a lo que habría que sumar el proceso de desertificación, la eliminación de la biodiversidad y la destrucción del patrimonio cultural y paisajístico que atesoran los cauces de riego.

En el estudio que está llevando a cabo Huerta Viva se han detectado tramos donde el estado de los cauces es alarmante, como es el caso de la acequia de Benipotrox entre las pedanías de Zarandona y Monteagudo, convertida en un verdadero alcantarillado e incumpliendo las normativas ambientales y sanitarias sin que parece que haya responsables, teniendo en cuenta que estas aguas se utilizan para el riego de alimentos. La asociación también llama la atención de cómo es posible que unos cauces de propiedad comunal hayan sido entubados y ocupados en algunos tramos por fábricas y desguaces, cuando se supone que la Junta de Hacendados tiene procuradores que se dedican a su conservación y vigilancia.

Huerta Viva pide al Ayuntamiento que investigue los posibles vertidos en estos y otros cauces, y ponga en marcha urgentemente medidas para evitarlos, así como proyectos de regeneración ambiental para que por ellos circule agua limpia y devolverles su antigua riqueza natural. De la misma forma, debería de investigar cómo se han producido las ocupaciones de los cauces y, en caso de ser ilegales, se les exija que sean devueltos.

En esta línea, la asociación ha comenzado a redactar para la Junta Municipal de Zarandona una propuesta para recuperar y poner en valor un tramo del azarbe de Monteagudo mencionado en documentos del siglo XI, utilizando el margen de este antiguo cauce como senda verde a Monteagudo.

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