Murcia reconoce la figura de Jaime Bort con una placa conmemorativa junto al imafronte de la Catedral

El Alcalde y concejales de la Corporación municipal asisten al acto de homenaje al arquitecto barroco, que también fue autor de algunas de las obras más significativas y queridas por los murcianos: la terminación del Puente de los Peligros, el retablo de La Merced o la hornacina central del Santuario de la Fuensanta

El Alcalde, José Ballesta, y concejales de la Corporación municipal han asistido esta tarde al acto de homenaje de la ciudad de Murcia al escultor y arquitecto barroco Jaime Bort y Meliá.

Desde hoy, Murcia reconoce así la figura de este castellonense, que desarrolló gran parte de su labor creativa en Murcia, donde ha firmado algunas de las construcciones más singulares, y donde da nombre a una calle en La Flota, muy próxima al Jardín de las Tres Copas.

Durante el acto, el Alcalde, José Ballesta, destacó la “singularidad y el acierto que acompañan la figura de este insigne arquitecto, cuyo nombre aparece ligado a algunas de los elementos más singulares de nuestro patrimonio, razón por la cual siempre ocupará un lugar destacado en la memoria de los murcianos”.

El descubrimiento de la placa en la Plaza Belluga da cumplimiento al compromiso contraído por el Alcalde con la Asociación Cultural Jaime Bort, y permite homenajear y reconocer a quien es responsable de uno de los tesoros que integran el elenco histórico de la ciudad: el imafronte de la Catedral.

Otro de los símbolos más emblemáticos, característicos y queridos de la ciudad, el Puente Viejo o de los Peligros, lleva también la firma de Bort. La construcción, que acaba de cumplir 275 años, unía la vieja ciudad amurallada y el actual barrio del Carmen, por entonces barrio de San Benito, formando parte de un programa urbano necesario y potenciado por el entonces corregidor, Antonio Heredia Bazán, formando parte de un plan para evitar desbordamientos del Segura. Jaime Bort fue contratado para terminar el puente, tras la muerte de Toribio Martínez de la Vega.

Un tercer proyecto fundamental para Murcia tuvo carácter urbano. En este caso, la que hoy día es conocida como Plaza Camachos, que por entonces debía ser una plaza para espectáculos taurinos. Así, el Concejo solicitó al arquitecto un proyecto que iba destinado, no solo a la plaza de espectáculos, sino a la construcción de viviendas en una zona que constituía el ensanche de la ciudad. Su proyecto original, micho más ambicioso, no se llevó a cabo, y fue reemplazado por una sencilla plaza cuadrangular.

La impronta de Jaime Bort y Meliá también se puede contemplar en otro tesoro del patrimonio histórico más querido por los murcianos: su intervención en la fachada del Santuario de la Fuensanta, labrando la hornacina central con la imagen de la Virgen flanqueada por San Patricio y San Fulgencio.

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