Real Casino de Murcia, donde historia, glamour y esplendor se dan la mano

Apoteósico. Elegante. Soberbio. Deslumbrante. Pocos son los adjetivos que podríamos dedicarle al que es, posiblemente, uno de los edificios más bellos y notorios de la ciudad de Murcia. Con su porte regio y de fachada altanera mirando por encima del hombro cómo ha evolucionado su ciudad, la que le admira y de la que se siente orgullo. Hablamos del Real Casino de Murcia, una de las construcciones históricas de la ciudad desde hace más de 150 años. Ahí es nada.

Que Murcia tiene calles, plazas y edificios que merece la pena recorrer y observar una y otra vez es de sobra conocido. Pero sin duda, hay uno que llama la atención de locales y turistas. El Real Casino de Murcia es una sofisticada y glamurosa edificación que le da a la calle Trapería una luz y un porte extraordinario. Se encuentra a muy pocos metros de la Catedral conformando con ésta y otros edificios emblemáticos del centro, una ruta obligada por el corazón y la belleza del centro de la ciudad.

Su primer ladrillo se colocó cuando Murcia era prácticamente otra ciudad de la que conocemos hoy en día -como cualquier otra ciudad que evoluciona y se moderniza-. Empezó a ser construido en 1847 y tardó bastantes años más en conseguir su aspecto cual. Y es que sobre él podemos observar diferentes corrientes artísticas propias de la época y también de principios del siglo XX. Aunque parezco extraño, esta belleza arquitectónica no fue declarada monumento histórico-artístico nacional hasta 1983, más de un siglo después de su edificación.

En realidad, es la sede de la institución del mismo nombre, que actúa como un club privado aunque está abierto a visitas turísticas y otros eventos. Según estadísticas oficiales de la ciudad, es el edificio civil más visitado de toda la Región de Murcia​ con un promedio de 150 000 personas cada año. Restaurado entre los años 2006 y 2009, el Real Casino de Murcia consiguió ese último año el título de “Real” concedido por su historia, importancia y monumentalidad por el propio rey Juan Carlos I de España, hoy rey emérito.

Sus orígenes los encontramos en la inquebrantable Sociedad del Casino, una sociedad de alta burguesía murciana de principios del siglo XIX formada solo por unos pocos privilegiados. En un primer momento, este grupo de “privilegiados” se instalaron en un palacete propiedad del Marqués del Vado en la calle Lucas. Con los años, aumentaron los adscritos y el poderío de la sociedad lo que ayuda a que ésta adquiriera diversos inmuebles hasta completar el actual trazado y amplitud del edificio.

10 curiosidades sobre el Real Casino de Murcia y su arquitectura

1. Su solemne fachada, en la calle Trapería, es posterior a su construcción, de hecho no fue construida hasta 1902 por lo que el Real Casino tuvo otro aspecto durante más de medio siglo. Tiene influencias tanto modernistas como historicistas.

2. Algo que destaca en su fachada son sus dos grandes salas acristaladas cuya decoración fue obra de Manuel Castaños y reutilizada en el Palacio de Parque Florido, actual sede del Museo Lázaro Galdiano de Madrid.

3. La primera dependencia, tras pasar el vestíbulo, es el Patio Árabe. Obra también de Castaños, posee más de 20.000 láminas de pan de oro y es de estilo neonazarí. Tiene una llamativa bóveda de cristal en el techo y una inscripción árabe que dice “Nada más grande que Alá”.

4. En el Real Casino de Murcia, también encontramos varias galerías acristaladas aunque de diferente época. La de este-oeste es de 1901 pero la norte-sur es aún más antigua, de 1866.

5. Sin duda, este edificio no sería lo mismo sin su biblioteca. Creada en 1913, posee una tribuna superior de maderas talladas, sustentada por ménsulas de fundición que representan flamencos. Como fondo, posee miles de volúmenes en encuadernaciones antiguas.

6. Otra curiosidad es el tocador de señoras de gran preciosidad y color, decorado con alegorías femeninas de la diosa Selene pintadas en el techo.

7. Por otro lado, encontramos el salón de té con un techo de escayola, mucho más nuevo ya que se derrumbó en los años 70 del pasado siglo.

8. Una de las partes más queridas del Real Casino de Murcia es el conocido como Congresillo, frente a la biblioteca. En su origen, era aquí dónde se reunían las personalidades más influyentes del siglo XIX y principios del XX de Murcia. Sus pinturas son obra de Obdulio Miralles y Manuel Picolo.

9. Destaca también el patio pompeyano, construido sobre uno anterior que estaba en mal estado a finales de 1800. De corte neoclásico, posee 14 columnas con capitel jónico, con una escultura de Venus en el centro de José Planes. Mientras, en los laterales hay dos bellas reproducciones de esculturas de Danaide y Amazona y, al lado de este patio, se sitúa la sala de billar con 131 años de historia.

10. Y sin duda, la sala más apoteósica del Real Casino de Murcia es el Salón de Baile, con su enorme altura, de estilo neobarroco y creada en 1875. En sus paredes, se observan alegorías de bailes y en los techos sobre poesía o música. Pero también de murcianos ilustres como José Moñino, conde de Floridablanca, el pintor Nicolás de Villacis o el actor Julián Romea. Destacan también sus cinco lámparas de bronce fundido con baño de oro. Por no hablar de las numerosas obras de pintores españoles que podemos encontrar por otro el edificio.

Pese a ser considerado el más importante y solemne de la región, Murcia puede presumir de disponer de casinos relevantes como los casinos de Águilas, Archena, Beniaján, Cartagena, Lorca, Mula o el Fortuna, entre otros, ¿los has visitado ya? ¿a qué esperas?

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