Comunicado de la Asociación Refugiados Rifeños en España ARRE

El jueves 26 de noviembre, a las 12:00 de la mañana, tuvo lugar en la Plaza de la Glorieta de Murcia, frente al Ayuntamiento, una rueda de prensa organizada por las personas desalojadas del edificio en ruinas de San Pío X, la Plataforma de vecinos y vecinas en apoyo a estas personas y la Asociación ARRE.

El lugar no ha sido escogido de forma casual: se ha situado frente al Ayuntamiento porque se necesitan respuestas, respuestas que se prometen y se esperan desde hace tiempo y que tras el precipitado desalojo, sin alternativas, ordenado por el propio gobierno local, ahora son más urgentes que nunca. Por ello se ha hecho coincidir con el Pleno extraordinario en el que se reunían el alcalde y los concejales esa misma mañana.

"Estamos aquí frente al Ayuntamiento porque hace tiempo que esperamos que vengas a donde estamos nosotros, pero no has llegado nunca", decía ante los medios una de las personas desalojadas, refiriéndose al gobierno local, "deje de tratar a la gente así, hay que ser solidario para enfrentar cosas tan difíciles como esta". Llevaba año y medio refugiándose en el edificio.

Algunos de sus compañeros han sido trasladados a un hotel, si bien sólo hasta mañana, pero él está durmiendo en la calle desde el desalojo porque, como dice a los medios presentes, entiende que estar dos días en un hotel para luego ser echados de nuevo a la calle no soluciona nada.

Desde la Plataforma de apoyo de vecinos y vecinas hemos pedido una solución estable para estas personas, que les permita buscarse la vida dignamente y no repetir escenas tan dramáticas como las que se vivieron el día del desalojo del ruinoso edificio. Una de las vecinas cuenta a los medios que muchos de ellos tuvieron que dejar sus escasas pertenencias dentro al ser tapiado, con la desoladora sensación de volver a empezar de cero y sin nada más que la ropa que llevaban puesta. Al ser preguntada sobre la respuesta del Ayuntamiento señala que "esta respuesta es urgente, todavía no sabemos nada, pero mañana volverán a estar en la calle". También recuerda que "hay unas 26 personas alojadas en el hotel, pero había más de cincuenta personas alojadas en el edificio. El resto se encuentra en la calle. No se está dando respuesta a todas las personas que lo necesitan".

Ante los medios ha comparecido también un refugiado que lleva siete años en España. Nos cuenta que llegó como solicitante de asilo, con ganas de trabajar y de aprender el idioma. Se apuntó a un curso, con una ayuda que le dieron y que ha aprovechado para agradecer. En enero de 2018 nació su hija y cesó la ayuda. Narra como lleva años pleiteando por ese derecho sin recibir respuesta y como al llegar a Murcia, sin dinero suficiente para afrontar un alquiler, fue a parar con sus paisanos, a ese edificio abandonado. "Hace tres días, cuando llegué, estaba la policía tapándolo. Estamos pidiendo por favor al gobierno y alcalde de Murcia que mire la pandemia y la situación. Por qué hace esto ahora, hace frío. Nos da vergüenza estar aquí, queremos estar ante las cámaras con buena condición. Cuando tenía ayuda estaba estudiando, quería aprender la lengua para tener un trabajo mejor y mejor vida, como todo el mundo. Esto me pasa a mí y a mis compañeros y hermanos que vivíamos allí. Ahora estoy en la calle".

"Somos lo mismo, somos hermanos, llevamos la misma sangre y sentimiento. Somos iguales, que nos apoyen. Os pido el favor, al gobierno y al alcalde. Danos donde podamos vivir, trabajar, cotizar. Muchísimas gracias".

Desde la Plataforma de apoyo de vecinos y vecinas pedimos respuestas urgentes y reales a la situación de estas personas. Servicios Sociales alega que les falta tiempo para poder atenderlas, pese a ser conscientes de la situación en la que se encontraban desde hace tiempo y pese a ser el propio Ayuntamiento el que ha precipitado el desalojo sin tener una solución antes para ellas. Esta falta de coordinación y de responsabilidad no la están pagando los culpables, sino estas personas que, abandonadas por las instituciones, hicieron lo único que podían hacer para sobrevivir: juntarse y acondicionar un edificio que nadie quería para aguantar la situación mientras esperaban esas ayudas y promesas que siguen sin llegar. Muchos de ellos tienen permiso de residencia, están incluidos en programas de asilo que no se cumplen, incluso son jóvenes que al cumplir la mayoría de edad son expulsados de los centros de acogida, con permiso de residencia, pero no de trabajo.

Con esta rueda de prensa hemos pretendido tender nuestra mano para solucionar la grave situación que se está viviendo en nuestra Región y apelar a nuestro lado más solidario y humano para, entre todos, terminar con esta vergonzosa injusticia.

Asociación Refugiados Rifeños en España ARRE 

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