La ciudad rinde homenaje a Pedro Soler y le honra con el lugar desde el que ´vio a Murcia pasar´ en la Plaza de Verónicas

El Ayuntamiento y la Asociación de Comerciantes del Mercado le dedican una placa sobre el banco en el que el maestro pasó muchos momentos de su vida, como uno de los más grandes notarios de la realidad murciana. Amigos y personalidades del mundo del periodismo, la política, la cultura y las artes arroparon hoy a la familia del maestro de las letras murcianas.

Amigos y personalidades del mundo del periodismo, la política, la cultura y las artes arroparon hoy a la familia de Pedro Soler, en el homenaje póstumo que Murcia ha querido rendir al periodista, escritor y cronista de la ciudad, “un hombre bueno, un humanista, un grande de las letras y el arte, un gran murciano que sentía verdadera pasión por su tierra y que se entregó por completo, sin reservas, a ella”, destacó el alcalde José Ballesta.

Su hija, la periodista María Soler, acompañada por su hermano y la viuda del homenajeado, Alice Glover, se encargó de descubrir la placa sobre el banco de la plaza donde se sentaba a diario, el que fue uno de los más grandes notarios de la realidad murciana, con la siguiente inscripción: “En este banco se sentaba el periodista y cronista de Murcia, Pedro Soler Gómez, para ver a Murcia pasar. Sobre eso escribió toda su vida. 1943-2018”.

Murcia se quedó huérfana de la presencia de Pedro Soler el pasado 26 de noviembre. “Hoy hubiera sido su cumpleaños, así que felicidades, papá”, dijo emocionada su hija.

Una huella imborrable

La Asociación de Comerciantes del Verónicas, impulsora de este homenaje junto al Ayuntamiento, destacó a través de Ramón Moñino, propietario de un puesto en la plaza y amigo íntimo del periodista, que “Pedro ha dejado una huella imborrable en este Mercado, que ha sido testigo de su presencia en este banco durante más de 20 años”.

El director general del La Verdad, Antonio González, -diario en el que Pedro Soler fue jefe de Cultura- indicó que “Pedro vivía la profesión e imbuía a las nuevas generaciones que se incorporaban al periódico de esa vocación, convirtiéndose en maestro de periodistas” y “añadió que “los 116 años de historia de La Verdad le deben mucho a Pedro Soler, donde ha dejado una gran huella no solo por su faceta periodística y como cronista, sino por su faceta humana y su carácter afable”.

Su hija María Soler señaló que “mi padre no era amigo de los elogios y las loas, pero creo que este homenaje sí le gustaría, porque es en su plaza, en la Plaza de Abastos de Verónicas, donde cada mañana venía a comprar o simplemente a estar en este banco, donde nos esperaba siempre a mi hermano o a mí para llevárnoslo a casa” y dio las gracias “a los placeros por quererlo y soportarlo, al alcalde y a los concejales por tanto, y a La Verdad por dejarle ser su periódico”.

Por último, el alcalde destacó “la personalidad” del maestro, “con una ironía que te desarmaba y que siempre lograba sacarte una sonrisa” y cerró su intervención con una frase de Gregorio Marañón: “Los seres humanos no mueren realmente hasta que no son olvidados. Pedro Soler está en nuestra memoria y permanecerá vivo para siempre”.

 

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