El portavoz del PSOE de Santa Cruz exige al pedáneo del PP que cumpla el acuerdo de pleno que le obligan a ceder un espacio a la oposición para atender a los vecinos y vecinas

Denuncia que tiene que realizar las reuniones en un banco del parque o en la barra de un bar

El portavoz socialista en la Junta Municipal de Santa Cruz, Antonio García Mirete, ha denunciado la prepotencia del Grupo Popular en la persona de su pedáneo, Pedro Sánchez Navarro, al negarse a ceder un espacio en alcaldía para los grupos de la oposición, incumpliendo con ello el acuerdo de Pleno de noviembre de 2015 del Ayuntamiento de Murcia, aprobado por unanimidad.

Se da la circunstancia de que los grupos de la oposición se tienen que reunir en un jardín para debatir la problemática de la pedanía, así como para la redacción de mociones y propuestas de mejora de las condiciones de los vecinos y vecinas de la misma. Sin embargo, el mencionado acuerdo de Pleno establece que "las asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro, podrán utilizar los espacios públicos existentes en barrios y pedanías, de manera que ningún colectivo se quede sin realizar una actividad mientras existan locales públicos cerrados".

Para Antonio García, esta actitud caciquil y obtrucionista, demuestra el escaso talante democrático del pedáneo de Santa Cruz, que sigue la trayectoria de su anterior regente. En su opinión "este comportamiento impide la actividad de la oposición en condiciones normales del siglo XXI y acordes con la normativa que rige en el Ayuntamiento de Murcia, sin razón objetiva alguna, salvo la de torpedear la acción de la oposición al PP".

Por este motivo, las protestas de los vecinos y vecinas hacia la mala gestión del PP en Santa Cruz tienen que ser atendidas por el portavoz del PSOE, sentados en la calle en un banco o en la barra de un bar. "Esto supone un desprecio hacia las personas de este pueblo que tienen derecho a expresar sus opiniones, necesidades y propuestas dignamente y con libertad, acorde con los tiempos que vivimos".

Así, García Mirete, tuvo que atender a los vecinos la pasada semana en una cafetería de la pedanía ante la preocupación por el estado lamentable del río, completamente cegado por los cañaverales y la alerta de gota fría, algo que en el pueblo ha ocasionado innundaciones en años anteriores.

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